Los sellados de molares y premolares tienen la función de prevenir las caries que pueden formarse en las superficies irregulares de éstos, en estas zonas se acumulan muchos restos de comida y el cepillado puede resultar mas complicado a causa de su anatomía.
Algunas de las preguntas más frecuentes con la que nuestros pacientes acuden a la consulta son: ¿Cuándo debemos sellar las muelas de nuestros hijos? ¿Es una técnica dolorosa? Pues bien, a continuación hablaremos sobre ello.
Los primeros molares definitivos saldrán entre los 5 y 7 años, y los segundos erupcionarán en torno a los; aunque podamos verlos en la boca no estarán del todo formados hasta pasado un tiempo, siendo su esmalte más debil y por ello debemos de mimarlos, uno de los principales motivos por los que los sellados deben aplicarse tan pronto como sea posible. Sin embargo tendremos en cuenta que existen INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES para su colocación y deberemos de consultar al profesional.
El proceso mediante el que se lleva a cabo es completamente indoloro y no requiere anestesia, lo cual favorece la participación de los pequeños de la casa a los que no les gusta demasiado acudir al dentista, haciendo ésto que aumenten su confianza en él.
Se limpiará y secará la pieza a tratar, se aislará para que no entre en contacto con la saliva y se colocará el producto sellante sobre los surcos, posteriormente se endurecerá y se quitará el producto sobrante.
Es probable que en algún momento de la vida del paciente el sellado pueda desprenderse o filtrarse, puesto que son capas muy finas de producto, con ello serán de gran importancia las posteriores revisiones para comprobar el estado de éstos así como del resto de la cavidad oral.