Cuando llega el momento de comenzar el proceso de fabricación de nuestra prótesis sobre implantes, siempre se nos plantea la duda sobre ¿cuántas veces tendré que acudir ahora a la consulta de mi dentista?
Pues bien, en este post nos encargaremos de explicar los pasos a seguir para la correcta fabricación de la prótesis.
Una vez que el cirujano considera que los implantes están osteointegrados, nos da la aprobación para pasar a la siguiente fase, la fase de confección de la prótesis. En el caso de que ya hayamos tenido una prótesis y deseemos cambiarla por su estado, el proceso será similar.
En la primera cita tomaremos lo que denominados «medidas o impresiones» en la que obtendremos una reproducción exacta de la posición del implante/s respecto a su boca. Ésta cita suele ser la más larga, es imprescindible la reproducción fidedigna de los implantes y los tejidos que los rodean para un perfecto ajuste de la prótesis, para asegurar un funcionamiento correcto de ésta y los implantes durante un largo periodo de tiempo.
Tras la toma de la impresión la enviaremos al laboratorio, y a partir de ella obtendremos los modelos de escayola que nos permitirán fabricar la prótesis.
Para poder trabajar fuera de la boca del paciente con la certeza de que la prótesis se adapta perfectamente a las condiciones del paciente empleamos un aparato mecánico llamado articulador, el cual nos permite reproducir todos los movimientos que hace nuestra mandíbula.
En la segunda cita: prueba de dientes, la llamamos «prótesis prospectiva», que nos permitirá recopilar información sobre la posición, tamaño y disposición de los dientes, esto es fundamental para no cometer errores de cara a confeccionar a medida el metal; ya que este debe tener un grosor adecuado para ser resistente y dejar espacio necesario para el material estético de recubrimiento, la porcelana. Una vez que tenemos toda la información necesaria, el laboratorio realizará un escaneo digital de la prueba para hacer el diseño por ordenador de la prótesis. Cuando tenemos el archivo digital con el diseño de la prótesis definitiva, lo enviaremos a un centro de microfresado (centros que cuentan con máquinas industriales controladas por ordenador) que confeccionan la estructura metálica con un nivel de precisión microscópicas.
En la tercera cita: la prueba del metal, comprobaremos su ajuste a la plataforma de los implantes, además de su grosor y tamaño adecuado. Será en esta cita cuando tomaremos el color de los dientes del paciente para igualar la prótesis al resto de piezas. Si todo ello va bien, podremos continuar con el siguiente paso, por el contrario deberemos de repetir o modificar todo aquello que sea necesario. Enviaremos de nuevo el trabajo al laboratorio para que el ceramista comience con la fase de «carga» de la porcelana sobre el metal, lo que dará la estética a la prótesis.
La cuarta cita consistirá en la prueba de la prótesis con la porcelana en fase de «bizcocho», comprobaremos que el color va bien con el resto de la dentición del paciente, y retocaremos la llamada «oclusión» que es la forma en la que mordemos, nos aseguraremos de la comodidad del paciente así como de que la prótesis cumple los requisitos fundamentales a seguir a la hora de contactar los dientes. También tendremos en cuenta que si la prótesis tiene dientes naturales a los lados, los puntos de contacto con éstos deben de existir para evitar que se introduzcan restos alimenticios entre ellos. (Si fueran muchas las modificaciones podremos hacer una segunda prueba de porcelana, para asegurarnos de que el resultado final es el correcto). De nuevo enviaremos al laboratorio el trabajo para hacer modificaciones o concluir el proceso: «glasear la porcelana».
En la quinta cita se llevará a cabo la colocación definitiva de la prótesis, asegurándonos de que los agujeros que nos conducen al implante («chimeneas») quedan bien sellados para evitar la filtración de líquidos y restos de alimentos, a su vez los tornillos deberán estar apretados a alto «torque» para evitar que en un futuro la prótesis pueda aflojarse. Terminaremos la colocación comprobando de nuevo la oclusión ya que si esta fuera incorrecta los implantes pueden verse dañados.
Hemos de tener en cuenta que no siempre los trabajos serán de 4/5 citas, puesto que las modificaciones y pequeños errores a corregir pueden hacer que el proceso se alargue.